Durante la semana pasada tuvo lugar un encuentro en el Schloss Mickeln, un bonito palacete del siglo XVIII situado en las afueras de Düsseldorf. Organizado por Christoph Strosetzki, el simposio, dominado por un ambiente de convivencia y trabajo envidiable, estaba dedicado al estudio de la autoridad de la Antigüedad en el Siglo de Oro.
Por supuesto, en este marco no podía faltar Cervantes. Y amén de referencias sueltas aquí y allá, la ponencia de Artem Serebrennikov, titulada «La retórica clásica en el Quijote», analizaba la funcionalidad o disfuncionalidad de algunos discursos de don Quijote desde la perspectiva de la retórica clásica.