Una nueva edición de los Entremeses cervantinos, por Alfredo Baras Escolá
No es corta la tradición editorial de los entremes cervantinos, con nombre ilustres desde Schevill y Bonilla a Eugenio Asensio, que han arrojado luz sobre una parcela del corpus literario de Miguel de Cervantes de extraordinario interés. Algunas de sus representaciones, además, han obtenido éxito singular y pervivencia en el tiempo, como las que Enrique Ruelas dirigió en Guanajuato desde 1953 en la plaza de San Roque, y crearon el sustrato necesario para la implantación, en 1972, del festival internacional cervantino.
A esta trayectoria editorial hay que añadir ahora la edición que acaba de sacar a la luz Alfredo Baras Escolá como volumen nº. 45 de la Biblioteca Clásica de la Real Academia Española (Madrid, 2012).
Setecientas páginas de riguroso trabajo textual, fino análisis y erudición sabiamente incorporada convertirán esta edición en nuestro vademecum entremesil cervantino. Suponen, por otra parte, un nuevo e importante hito en la trayectoria investigadora de Alfredo Baras, catedrático de lengua y literatura en un instituto zaragozano, a quien debemos un nutrido ramillete de estudios cervantinos y una edición ejemplar de la Tragedia de Numancia (Zaragoza, PUZ,2009), en espera de unos Tratos de Argel que no tardarán -deseo- en aparecer en la misma colección de estos Entremeses.
Celebro la aparición de este trabajo de Alfredo Baras a quien doy mi enhorabuena más sincera.
Alfredo Baras merecía ser catedrático de universdidad por sus méritos. Pero estamos en España.
Javier Palacio