Al leer el título de este post, los lectores de este blog probablemente hayan pensado que desde el Donoso Escrutinio tratamos de apuntarnos una nueva interpretación más o menos heterodoxa del Quijote, siguiendo la tradición de los Díaz de Benjumea y otros. Sin embargo, no pretendemos revelar un nuevo sentido oculto de la obra cervantina, ni esclarecer algún pasaje en el que Quijote y Sancho podrían estar intentando comunicarse con el más allá. Nuestra intención es mucho más prosaica, ya que únicamente trataremos de mostrarles un singular episodio de la recepción internacional del Quijote, más exactamente sobre su influencia en una de las repúblicas bálticas, Letonia, que contará con un curioso traductor de la novela de Cervantes.
El Dr. Konstantins Raudive (1909-1974) es fundamentalmente conocido por sus investigaciones dentro del campo de los fenómenos paranormales. Discípulo de Carl Gustav Jung, y profesor en la universidad sueca de Uppsala, Raudive pronto se interesó por el fenómeno de las psicofonías o parafonías -aquellos sonidos de origen electrónico que quedan registrados en grabadoras de audio y que son interpretados por algunos investigadores como voces del más allá- tras leer el libro de Friedrich Jürgenson Voces desde el Espacio (1964). Raudive publicaría dos estudios dedicados a esta temática, Unhörbares wird hörbar (Lo inaudible se convierte en audible), de 1968 y Überleben wir den Tod? Neue Experimenten mit dem Stimmenphänomen (¿Sobrevivimos a la muerte? Nuevos Experimentos con el fenómeno de las psicofonías), de 1973, que le convertirían en una de las principales referencias sobre este controvertido fenómeno junto con el propio Jürgenson y otros investigadores como Hans Bender o Germán de Argumosa.
El campo de lo paranormal, no fue, sin embargo, el único interés intelectual de Raudive. El investigador letón fue uno de los más destacados hispanistas de su país natal, permaneciendo en España desde 1931 a 1936, y entablando amistad, según Germán de Argumosa- con figuras como Ortega y Gasset, Unamuno, Valle-Inclán y García Lorca. Los intereses hispánicos de Raudive parecen haber dado fruto, ya que entre 1937-1938 aparece en Riga la traducción Lamancas atjautigais idalgo Don Kihots, en dos tomos, que supone la tercera traducción del Quijote a la lengua letona tras las llevadas a cabo por Adolfs Erss en 1921-1922 (Don Kihots) y aquella que aparecería en 1937, también de Erss, Atjautigais hidalgo Lamancas Don-Kichots, una versión revisada de la anterior que aparece en la editorial Valters un Rapa con ilustraciones (Pano-Vercher: 209).
Si bien es cierto que en la historia de las traducciones del Quijote no dejamos de encontrarnos con personajes rodeados de misterio -como su primer traductor, el anglo-irlandés Thomas Shelton, del que se sospecha que pudo ser un espía o agente doble-, la presencia de Raudive en este selecto grupo de divulgadores de la obra cervantina añade una nueva curiosidad al ya de por si rico y variado peregrinar del Quijote en las distintas lenguas europeas a lo largo de sus casi 400 años de existencia.
Bibliografía
de Argumosa, G. «Der hispanophile Dr. Raudive», Konstantin Raudive zum Gedächtnis, Maurina, Z. (ed), Memingen: Maximilian Dietrich Verlag, 1975.
Pano Alamán, A. y Vercher García, E.J. Avatares del <<Quijote>> en Europa. Madrid: Cátedra, 2010.
Nunca se sabe quién puede hacer una traducción del Quijote. Muy interesante.
Muy interesante